26 Mar Interview of Juana Acosta in Carrusel
Acaba de recibir el premio Fotogramas de plata como mejor actriz por ‘Perfectos desconocidos’, a las órdenes de Álex de la Iglesia. Su carrera no podía ir mejor. ¿Qué significa este reconocimiento?
Un premio siempre es un estímulo para continuar creyendo, un empujón para seguir confiando; me dio una inmensa alegría recibir el Fotogramas de plata porque es el público quien vota para la revista más importante de cine en España, la revista que llevo comprando desde que llegué aquí cada mes desde hace 18 años. Pero el gran regalo con Perfectos desconocidos han sido los 3 millones de espectadores que la han visto y la respuesta de un público entregado a una historia actual con la que muchos se sienten identificados.
Ha contado que llegó a Madrid buscando cierto anonimato y conectar con su esencia. ¿Ha vuelto a sentir esa necesidad?
Cuando llegué a España mi momento vital era muy diferente al de ahora. En esa época tenía una necesidad enorme de volver a empezar y hacerlo de otra manera. El éxito en Colombia me llegó muy temprano y me sacudió fuerte. Mi idea en España era ser más dueña de mis decisiones y no dejarme arrastrar por la inercia de tantos asuntos externos. Quise rediseñar mi vida y mi carrera, estudié en la escuela de Juan Carlos Corazza y a partir de ahí comprendí de otra manera el trabajo. Ahora, cuando llega el reconocimiento mi cabeza está mucho mejor amueblada y mi relación con la profesión es otra.
Poco antes de su debut en la televisión colombiana había fallecido su padre de forma violenta en Cali. Fue una mezcla de explosiones muy fuerte…
Lo fue.
¿Siente que ya puede hablar abiertamente de lo que ocurrió?
Sobre la muerte de mi padre solo hablo con mi entorno más íntimo.
Eso marcó un antes y un después en su vida y la hizo sentir cierto rechazo por Colombia. ¿Cuándo cambió su percepción del país?
No sentí rechazo por Colombia, pero sí reconozco que me fui herida, fui víctima de la violencia como tanta gente que conozco. Hice un trabajo de perdonar y de reconciliarme para poder tener una relación sana con mi país.
Y su relación con la muerte, ¿cómo es?
Tengo una relación con la muerte delicada, la tengo muy vinculada a la violencia.
¿Qué recuerdos tiene de su padre?
Mi padre era un ser extraordinario, un hombre con un carisma brutal y una generosidad enorme, no solo material sino con el afecto. Un ser de luz que iluminaba a todos los que lo rodeaban. Alvarito Acosta siempre será recordado como uno de los hombres más bellos (por dentro y por fuera) de Cali.
¿Qué le heredó?
Físicamente me parezco bastante a mi padre y creo que heredé su don de gentes.
¿Y de su madre?
De mi madre heredé su enorme capacidad, su energía positiva, su ímpetu, su berraquera.
Hay ocasiones en la vida en las que uno hace revisión de su pasado familiar. Limpia lo malo y se queda con lo bueno. ¿Cómo ha sido su caso?
En mi caso lo malo, así como lo bueno, se ha convertido en mi material humano de trabajo. Como dijo Carrie Fisher: ‘Toma tu corazón roto y conviértelo en arte’.
Usted es una española más, pero también conserva sus raíces colombianas. ¿Ha pasado por ese sentimiento tan común en los inmigrantes de no sentirse ni de aquí ni de allá, como en una especie de limbo?
Totalmente. Ese desarraigo es algo que permanece aunque encuentres tu sitio. Yo estoy sumamente integrada y adoro vivir en este país, pero muchas veces me pregunto qué habría sido de mí si me hubiera quedado en Colombia, muchas veces siento que ya no pertenezco allá y que nunca perteneceré del todo aquí. Es muy difícil de explicar.
¿Cree que de alguna manera cultiva cierto aire de misterio y de ‘femme fatale’? Lo digo por los papeles que suele interpretar…
No lo sé, lo que desprendemos viene de lugares tan inconscientes y profundos que es imposible saberlo.
¿Diría que es una de esas mujeres con carácter que resultan intimidantes?
Intimidamos a quien se deja intimidar.
Costó mucho que las mujeres alzaran la voz para reclamar sus derechos. La etapa que estamos viviendo, sobre todo en la industria del cine, es histórica. Usted, que está dentro, ¿cómo lo ve?
Me parece importantísimo que por fin las mujeres perdamos el miedo a hablar, que se destapen los abusos, la violencia machista. Simplemente queremos algo tan básico como igualdad de derechos.
¿Qué aplaude del movimiento #MeToo? ¿Qué le cuestiona?
Estoy a favor del movimiento así como también entiendo y respeto el manifiesto de las actrices francesas que lo atacan apuntando hacia cierto puritanismo sexual que tampoco es sano. Es fundamental que por fin hablemos de esto, que lo combatamos. Pero la línea es muy delicada y tampoco se trata de satanizar a los hombres. Me alegra que la industria del cine abriera una brecha, pero el abuso está presente en todos los ámbitos de poder.
¿Alguna vez se ha sentido agredida como mujer dentro del ámbito en el que se desempeña?
Nunca en 22 años que llevo trabajando me he visto en una situación así, afortunadamente.
¿Ha tenido que pelear por la igualdad salarial?
Es ahora que estamos peleando por ello; me parece sumamente injusto que los hombres ganen más que las mujeres.
Alguna vez dijo que le temía un poco a la vejez, pero que recibe el paso del tiempo con ilusión. ¿Cómo se ve la vida a los 41?
¡Estoy feliz! No volvería ni a los 20 ni a los 30. Me siento mucho más plena, más segura de mí misma. Muchas amigas me decían que esta década es la mejor de todas y sinceramente lo estoy comprobando. Me siento muy bien físicamente, y profesionalmente los personajes que me ofrecen son más contundentes y complejos. Vivo mucho más dueña de mi vida y de mis decisiones.
Acaba de abrir las puertas del cine de Hollywood, ¿qué expectativas tiene?
Que esto sea el comienzo de una gran aventura abriéndome paso en un nuevo mercado, que me permita seguir trabajando en inglés con compañeros tan increíbles como Juan Pablo Raba y Laurence Fishburne.
¿Por qué decidió convertirse en ícono de la moda en España?
No siento que sea algo que se decida. Cuando empecé a enfrentarme a promociones y estrenos de mis proyectos y a las alfombras rojas, me fui interesando por la moda y aprendí a disfrutar de ello.
¿Alguna vez sintió que no acertó con el vestuario de la alfombra roja?
Muchas veces, pero también es divertido descubrirme y reinventarme. La moda es juego, y yo la vivo como tal.
¿Qué diseñadores le gustan?
Tengo muchos. En España, Juan Vidal, María Escoté y Juanjo Oliva. Fuera, Karl Lagerfeld. Y en Colombia, para mí, la reina es Johanna Ortiz.
La reina Letizia alabó su cabello. ¿Cuál es su secreto?
Tengo una herencia familiar espectacular. Todas las mujeres de mi familia tienen pelazo. Para mí, es un regalo, pues puedo jugar mucho con cambios de look para los personajes.
¿Cómo se cuida la piel?
Limpiándola religiosamente cada noche, hidratándola y tomando mucha agua. Voy regularmente al centro de belleza de Felicidad Carrera en Madrid. Allí me hago tratamientos no invasivos que aporten luminosidad a mi piel.
Entrevista realizada por Tatiana Escárraga y publicada en la Revista Carrusel